Fue a mediados de octubre del año pasado cuando Toni Lemus me contactó para que nos viéramos y me contó que la organización de la travesía a nado de Radazul había decido entregar a Pichón Trail Project la recaudación de la misma. Me dijo que esta decisión la habían tomado por votación y que la mayoría eligió nuestro proyecto, y pensé: pues debemos de estar haciendo bien las cosas.
Nos indicó que nos conocían y que les gustaba lo que estábamos haciendo y me dijo que este año la Travesía se llamaría I Memorial Víctor Teni. Desde luego sabía lo que le había pasado a Víctor pero no sabía que, además era amigo personal de Toni, lo cual nos ponía en la responsabilidad de que todo tenía que salir a la perfección.
Desde ese mismo día nos pusimos a trabajar, intercambiándonos información en redes.
Los siete meses transcurridos desde entonces pasaron volando. Un par de semanas antes de la celebración de la travesía conocí al resto de la organización: Dani, Javi, Paco…y Alberto, gerente del Club de Mar de Radazul. Ahí te das cuenta del cariño que todos ponen para que todo salga bien, buscando recursos siempre al menor coste (gratis) para poder recaudar lo máximo posible y entregarlo en la asociación. Me pidieron «pichones» voluntarios para ese día y aunque sé que es complicado porque hay muchas carreras todos los fines de semana, finalmente nos comprometimos un grupo de 15 pichones para echar una mano en lo que hiciera falta, a pesar de no tener experiencia en este tipo de eventos.
Llegó la semana de la travesía y volvimos a vernos. ¡¡Increible!! Me indican que se han completado las inscripciones de las dos categorías adultas. Así que objetivo cumplido.
El día de la travesía
Llega el 18 de mayo. No entiendo mucho de aguas abiertas, pero el mar no tiene buena pinta, hace bastante viento. Hay muy buen ambiente y compañerismo entre los nadadores. Dan la salida de la infantil y la de 1.500. Mientras, algunos «pichones» vamos con los nadadores de 5.000 m. hacía la salida situada en la playa, el resto está en el avituallamiento de los de 1.200 m. y otros en el guardarropa. Salen los de 5.000 m. y nos volvemos al Club para echar una mano en el avituallamiento. Allí me encuentro con Jenifer, Raquel, Julio, Basmat (que acaba de terminar su primera travesía) y súper Isa. Van llegando los nadadores de la travesía larga, esas «Nadadoras sin limite» entre las que se encuentra nuestra «pichona» Esther y como decimos nosotros «todo el mundo en el nido». Es en este momento cuando la organización se relaja porque ya esta todo el mundo en tierra y tras la entrega de reconocimientos a la familia la de Víctor Teni y colaboradores, comienza la comida y la fiesta.
La verdad que para mi también era mi primera travesía, muy especial por lo que suponía, y por el buen ambiente que había.
Agradecer a Toni y el resto de la organización el contar con nosotros para esta edición. Seguro que repetimos, no sé si como voluntarios o nadadores…ahí lo dejo.
Cándido