La revolución es el primer paso del cambio. Hace siete años nos dio por revolucionar la mirada que la sociedad había puesto sobre las personas que tienen esclerosis múltiple. Con pequeños pasos, con miles de sonrisas – creemos- hemos ido poniendo en marcha ese cambio y hoy podemos decir que un grupo de personas con esclerosis múltiple son más felices, han mejorado su calidad de vida gracias a las acciones que llevamos a cabo desde nuestra pequeña asociación.
Decimos esto porque son ellas mismas las que así nos lo hacen saber. Hemos conseguido ir a hacer fisioterapia a la playa, crear y emocionarnos con el arte, subirnos a una joelettey recorrer lugares que habíamos pensado estaban vetados para nosotros, y estar visibles en cientos de carreras y eventos deportivos, ir a los coles y explicar qué es la EM y cómo se siente una persona con diversidad funcional ante los retos que le plantea la vida (cuánto hemos aprendido en esos coles) y un montón de cosas más.
Después de estos siete años todo empieza a consolidarse, pero no nos conformamos y seguimos buscando proyectos y acciones, divertidas, solidarias, integradoras, en las que las personas con EM se sientan partícipes y satisfechas.
Este año, el 21, el primero después de la pandemia global, nos tocaba renovarnos en la junta directiva. Lo hemos propuesto a la masa social, que por otro lado no para de crecer, y ella misma ha ratificado al mismo equipo directivo que puso en marcha la asociación. De nuevo ocuparán los cargos de esa junta Elsa, Lolo, Dioni, Jon, Cándido, David y Leo, y yo como presidente y apoyados y reforzados por el trabajo de Isidro.
Nuestro compromiso sigue vigente: el compromiso de la revolución, el de cambiar las cosas que no funcionen e inventar otras, que pueden funcionar o no, pero que sí o sí probaremos a ver si lo hacen.
Nada ha cambiado en Pichón Trail, y ha cambiado todo. Porque esta es la asociación de la revolución, y, con múltiples sonrisas en la cara, volando juntas y juntos, aportando todo el valor que podamos, con el apoyo de las personas asociadas, de las y los corredores, de las que nos han pedido una pulsera o comprado una camiseta, incluso con los que han intentado llegar a los 8.000 metros de altura, haremos frente a la EM.