Apuntado a la vuelta al Teide desde 2019 y suspendida en 2020 a causa de la pandemia del Coronavirus, pues llegó el momento y se realiza la carrera el 17 abril del 2021. Días y días de entrenamiento, de pedaleo, de ejercicios de fuerza, hidratación, alimentación controlada y mentalizado, ya no hay marcha atrás.
Día antes hacemos noche en el Fraile para ahorrarnos el traslado desde el norte a Vilaflor. Se prepara todo para no dejar nada a última hora, noche de nervios, cena temprano y a dormir lo antes posible que hay que madrugar.
4 am alarma y en pie, café con leche y sándwich, toca vestirse de gala, objetivo: terminar la carrera y con este maillot rojo con sus pichones “voloteando” alrededor, hay que conseguirlo. El mal dormir y el madrugón cuesta estar al 100%, hay que conseguirlo.
Aparcamos en Vilaflor de chiripa y justitos de tiempo, ahora a subir al campo de futbol, fue como realizar una carrera vertical, llegamos calentitos a la salida, demasiado calentitos para como se presentaba el día, hay que decirlo, la salida organizada a la perfección.
6am: pitido de salida, salida controlada, comienza el ascenso por la carretera, noche cerrada frontales y luces alumbrando, durante 5km, para mi nada cómodos, no estoy cómodo, hay que conseguirlo.
Entramos en la pista y ya esto es otra cosa seguimos subiendo otros cuantos kilómetros y luego una bajada larga hasta el barranco del Rio, recupero en esa bajada, rápida y veloz, adelantando ciclistas y más motivado, me divierto. Hay que conseguirlo.
Barranco del Río: serpiente de ciclistas caminado (con calas) con sus bicis al hombro por el sendero que cruza el barranco, mascarillas risas y buen rollo, se tarda bastante, es así. Termina el sendero y quedan 20 km hasta Izaña, todo cuesta arriba, lo conozco, lo he entrenado pero cuesta el ascenso algo está fallando pero……..Hay que conseguirlo.
Izaña-Corral del niño: Bueno ya estamos aquí, cara norte este es nuestro terreno, este es terreno Pichón, de aquí a la pista del Agujero como la palma de mi mano, bajamos pues a fuego por la pista, a Montaña Limón le exprimimos el jugo, bajada rapidísima volvemos a adelantar a bastantes ciclistas hasta llegar a Ramón Caminero, avituallamiento, comida y bebida, parada larga para comer e hidratarse bien, miramos el tiempo y vamos bastante bien la sensaciones la verdad, no van tan bien, algo falla pero…… Hay que conseguirlo.
Salimos de Ramón Caminero hacia Piedra los Pastores y de aquí hacia la torreta de incendios de San Juan de la Rambla, la conocemos muy bien, pero parece que esta vez esto está costando mucho más que otras veces……Hay que conseguirlo.
Pista del Agujero: Aquí cambia la cosa, a mitad de la pista me quedo sin fuelle, miro para Germán y su cara lo dice todo, uffff hay que sacar fuerza de donde sea. (mi mente me dice: Un Pichón no se retira, si no está lesionado) Gel, agua, sales y pastillas de goma….(si chuches) Empiezo a tirar un buen rato me recupero bastante y km tras km vamos avanzando hasta que noto que se agota la energía, pero Germán esta bastante recuperado y él tira de mí, así unas tres veces (relevos modo amateur) en esa pista infernal, empedrada, incomoda, mala para circular, pero con unas vistas y unas coladas de lava maravillosas, preciosas.(si, eso lo pude disfrutar) ¿Cuánto queda para Chío? No sé, tira y tira y tira que vamos bien de tiempo. (creo que faltaban 8km mayoría de subida hasta Chío)…… Hay que conseguirlo.
Llegamos a Chío: Avituallamiento, comida, bebida (nunca una Coca-Cola me ha sabido tan bien). Pienso para mí, ahora es el momento de retirarse le doy vueltas mientras como y bebo, pero me callo (un Pichón no se retira) y no le digo nada a Germán. (al llegar a meta me confiesa que en Chío se quería retirar el también, pero no me dijo nada). Recuperados y estamos en tiempo pues seguimos, objetivo Las Lajas…….. Hay que conseguirlo.
Salimos de Chío, carretera hasta Bocatauce. Nunca lo he pasado tan mal, sin fuelle, sin fuerza, sol que rajaba las piedras, aquí sí que Germán tiró de mí casi toda la subida, paré a recuperar como unas ocho veces, sentía un coche detrás de mí, el coche escoba, se habían retirado los que quedaban detrás. Sube y sube y sube llegamos a Bocatauce la bajada entre el malpaís los ojos se me cierran, no doy ni un pedaleo, recupero, para llegar a las Lajas, hay que subir unos buenos kilómetros todavía, maravilloso los ánimos en Bocatauce de la gente que allí estaba en el cruce. Seguimos sufriendo…. Hay que conseguirlo. Las Lajas están ahí a escasos kilómetros…Hay que conseguirlo.
Las Lajas, Avituallamiento líquido, Acuarius y recarga de agua, solo me queda una capsula de sales. Chicos les quedan 10 min para el corte en las Lajas, está a un kilómetro bajando, el punto de corte. Bien estamos en tiempo…. Hay que conseguirlo.
Bajada de las Lajas, paso por control y bajada con mucha pendiente y mucha curva ahora duelen los brazos de aguantar el peso y frenar, baja, llanea y sube un tramito de pista que duele más que todo el asfalto anterior, pero seguimos y volvemos a bajar por terreno rural hasta el cruce con la carretera. Ya estamos aquí, carretera hasta el campo de futbol.
¡Vamos que pueden! ¡Venga chicos! ¡lo de ustedes si tiene mérito! ¡fuerza pichones! ¡campeones! ¡vamos pichones! Y pitas y bocinas de otros corredores que bajaban en coche por la carretera ya de vuelta a sus casas. ¡Alucinante! Dos o tres paradas me falla la respiración, pero mira ahí está, la subida al campo futbol. Coche escoba como de la nada pone a todo volumen música y buffff, nada como la música para dar fuerza en ese instante. ¡Alucinante! Me pongo de pie miro para frente y empiezo a subir, Germán sube delante cual buen escalador, de repente la pierna izquierda ya no quiere pedalear……. ¿Y ahora? Ya estoy aquí, rápido me bajo y subo caminando casi corriendo como puedo con las calas, hasta que llanea un rato, ya veo el campo, huelo a meta, un pichón no se rinde, vuelvo a subir y a trancas pedaleo tras pedaleo consigo un ritmito ligero que puedo alcanzar a Germán y ahí está, la entrada al campo de Fútbol. Nos hacen un pasillo antes de la entrada al campo, organización, policía, protección civil y más gente que estaba por allí, indescriptible (espíritu Pichón), entramos al campo de fútbol, el micro empieza a vibrar cuando nos nombra y nombra por qué corremos y hacemos carreras, “visibilizar la esclerosis múltiple” miro para el frente, está el arco de llegada, no miro el reloj (ni sabía lo justo que íbamos) porque tras el arco de meta hay un abanico de personas aplaudiendo, saltando, gritando e imagino que flipando de esta proeza, esperando a que crucemos la meta y encima antes del tiempo de corte. Cruzamos la meta y solo oigo por altavoces que los corredores de PICHÓN TRAIL PROJECT han cruzado la meta en tiempo…… choco las manos con Germán……….Hay que conseguirlo….y se consiguió un Pichón no se rinde, siempre lleva consigo ese espíritu y a toda la familia Pichón consigo. Gracias a esta familia pude acabar este reto tan impresionante.