Hay días en la vida que pensamos que se nos hacen demasiado grandes, por no saber como afrontarlos, cómo superarlos, pero ¿quién dijo que las peores batallas solo las ganaban los grandes guerreros? pues de esto trata la vida, ir superando todos esos obstáculos que se nos presentan.
Muchos de los que pertenecemos a esta gran familia son un ejemplo para todos, ya que a pesar de las diferentes dificultades de su día a día, de su lucha constante y de la incertidumbre de cómo reaccionará su cuerpo mañana al levantarse, son capaces de mantener una sonrisa, un espíritu, unas ganas inmensas de seguir hacia delante… Nadie dijo que fuera fácil pero aquí tenemos grandes ¡¡VALIENTES!! #TUSPIERNASSONMISPIERNAS
El 2017 se presentó con una nueva prueba que la vida ponía frente amí para ver si era capaz de superarla: una prueba que hizo que mi cuerpo pasara por tantos cambios, por tanto dolor, por tanta incertidumbre… Médico viene, médico va, prueba para arriba, prueba para abajo, especialista por aquí, especialista por allá… Meses largos, meses desesperantes, meses que siguen pasando y que a pesar de que el diagnóstico aun no esté cerrado todas las posibilidades corren en un mismo camino, ese camino que pone motivo a esta gran familia.
A veces me pregunto si la vida cree que soy tan valiente para darme tantos baches, pero por qué no, si he superado otros, ¿por qué este no? Pues venga, ánimo, armemos el cargamento y para adelante. Nadie dijo que fuera fácil pero, aunque hay días de llantos, ya vendrán miles de alegría, así que positividad y paciencia. A día de hoy puedo sentirme una privilegiada, ya que, a pesar de todo, los brotes no aparecen con frecuencia y solo dos han hecho dudar en el diagnóstico, por ello he podido seguir mi día a día sin que afecte en ello y eso me hace ser más fuerte y más positiva. Aunque habrá días en los cuales se me vengan abajo los ánimos y me haga muchas preguntas sobre todo mirando hacia el futuro, pienso en frío y levanto cabeza, #PROHIBIDORENDIRSE.
La vida es un gran libro abierto, cada uno tenemos nuestra propia editorial, la que nos pone a prueba durante 24 horas al día, por 365 días al año, por muchos años (que sean muchisiiisiiimos ) y sin poder negarnos a no arriesgar para saber qué nos tocará vivir mañana.
Mi gran libro me ha dado la oportunidad de conocerlos a todos ustedes, la gran marea rosa, la bendita locura de los pichones, ¡qué grandes son!.
Fueron varias las carreras antes de unirme a ustedes, en las cuales estaban presentes y se hicieron visibles; y como se suele decir, la curiosidad mató al gato, así que venga: hay que curiosear. Buscamos información. Cuando me di cuenta, había caras conocidas y un motivo muy especial por el cual brindan cada Km de sus piernas, INCREÍBLE, ME ENCANTA, ya no hay marcha atrás… En las redes sociales se hacen visibles y la información recopilada me gusta, y no solo es la causa la que me hace seguir hacia delante recopilando información, hay dos símbolos más entre ustedes que me inspiran mucho más para llegar a ser parte de esta familia: el principal el pichón, ese que llevo tatuado en mi muñeca izquierda, ese que hace referencia a la perdida de alguien muy especial (tan pequeño pero a la vez tan grande) que voló tan alto, llegando a posar sus alas para protegerme en la cima más alta de nuestra isla, el padre Teide, el lugar donde el mundo se detiene, donde recargo las pilas a tope de positividad para continuar cada día, un lugar mágico, un lugar especial…
Llegó el momento, toca coger teléfono y mandar un whatsapp… Uiii, pues si no han pasado ni dos minutos y suena. Quien estaba por ahí, nuestro gran Marino, solo faltaban sus palabras para confirmar todo lo demás, ya no había marcha atrás, oficialmente ya era una pichona más.
Tres, dos, uno, 2018, Trail Nocturno del Médano, varios pichones y pichonas por ahí dándolo todo, llevaba a Elsa delante de mí y no podía dejar de leer esa frase CORREMOS X LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE. Era un tiqui taca, adelanto, me adelanta, pero no saben la fuerza que me dio leer una y otra vez esa frase, hasta que bajando Bocinegro se le cayó la botella y me acerque a ella para dársela y me presenté. Venga, ya no me separo de ella y haciéndole una pregunta, ¿puedo entrar contigo en meta cogiendo la banda?, su respuesta con una sonrisa sobra decir cual fue. Una foto para el recuerdo, una cerrera para siempre.
Gomera Paradise, aun no tenía la equipación, pero sí llevaba entre mis manos esa gran frase CORREMOS X LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE, qué ilusión más grande cruzar la meta con ella. Una hora antes había conocido a otra luchadora, nuestra gran Sonia, la cual estaba preocupada porque días antes había tenido un brote, pero como una campeona cruzó meta acompañada de Rober, Julián, los peques, entre otros… #JUNTOSVOLAMOS.
Sigo sumando Km, y espero seguir haciéndolo por mucho tiempo, junto a esta gran familia de pichones, la cual me hace recordarlos en cada cruce de meta, esa que está llena de corazones tan grandes como los que llevan cada uno de ustedes latiendo cada día en su pecho, que a pesar de que a muchos nos los conozca ya son especiales por estar unidos con esta causa. Un placer poder disfrutar de un deporte tan bonito a su lado, llevando siempre visible el motivo de esos Km que nos curramos en cada carrera, con un mismo objetivo, una misma lucha.
A día de hoy no hay nada que apague las ganas que tengo de disfrutar del día a día, de levantarme cada mañana sin pensar qué pasará, cómo reaccionará, simplemente tengo en mente vivir cada instante para así revivirlo el día mañana.
Deja que tu sonrisa cambie el mundo, pero nunca dejes que el mundo cambié tu sonrisa
Gracias familia de pichones.
Raquel
