«Quisiera hacerles sentir lo que viví durante la Transvulcania 2017 aunque les adelanto que va a ser muy difícil plasmar en negro sobre blanco lo vivido en esas 16 horas y 27 minutos (siento haberlos tenido enganchados todo el día al chat de esta familia) pero lo voy a intentar (pónganse la camisa Pichón y prepárense para sudar), por cierto, sigo con los pelos de punta:
Sabíamos que iba a ser un día importante pero no tanto como al final fue. Encabezados una vez más por #soyfandeSoniapower cumpliendo su impresionante RETO y secundada por otros tantos Pichones (perdí la cuenta y el secretario tendrá que pedir el comodín del público para sumar los kilómetros de este fin de semana, mención aparte para los 101 km del GRAN Marco), seguidos por el magnífico resultado de Antonio (se lo merece porque es un currante de esto y ha demostrado que el entreno con piñas de plátanos es más efectivo que cualquier gimnasio que se precie), los carrerones de Yeray (superando sus problemas físicos y demostrando que con cabeza se puede lograr donde el cuerpo no llega), Luis (nuevo Pichón que suma un nuevo polo de Finisher y van…), los dos Sergios (a uno de ellos lo conocimos en la misma línea de salida y es que el rosa Pichón une sin conocernos de nada), David (tiempazo el suyo), Rayco (no puede haber mejor anfitrión), Kiko (tod@s sumamos y si me llego a dar cuenta en el Refugio del Pilar te hubiera pedido que te vinieras conmigo), Ana (superando kms poco a poco) y no me puedo olvidar de mi Farero (Jon), del cual me alegro de sus logros tanto como si fueran míos y es que los km juntos unen mucho y sabemos lo que cuesta a corredores como nosotros conseguir lo que conseguimos.
Todo comienza muy temprano, a las 2:45 cuando suena el despertador. Noe y yo nos levantamos, recojo la mochila que había preparado meticulosamente la noche anterior (la cual parecía un 24 horas, tenía de todo y más…, así tengo la espalda que no puedo ni parar un taxi!!) y pasamos a recoger a Rayco para bajar juntos hasta el Faro de Fuencaliente. Llegamos bien de tiempo y Noe nos deja muy cerquita de la salida (hay que ahorrar toda la energía que se pueda para lo que se nos venía encima). Son las 6 horas y comienza la mejor y más UltraTrail de España, 74,3 kms y 17 horas por delante, y ahí salimos 1793 almas en busca de 1793 objetivos distintos. La salida es muy rápida y me “vengo arriba” pensando que iba a ser una carrerita de 20 kms cuando me quedaban 74 km durísimos por delante. Ya en el primer avituallamiento en Los Canarios, entre las doñitas en bata y mucha gente aún en pijama, está la verdadera responsable de que todo llegara a buen fin en esta carrera (Noe, chiquito tute se pegó y siempre con palabras de ánimo, y alguna bronca, en el momento justo). Los primeros calambres empiezan demasiado pronto, sobre el km 18 y aunque NUNCA pasó por mi cabeza la idea de abandonar, sí sabía que iba a ser una carrera épica. Llego al primer punto de corte situado en el Refugio del Pilar (km 24) con más de 20´ de margen, pero entre lo cascadillo que ya iba, quitarme las piedras de las zapatillas, rellenar bidones, comer algo y preguntar cómo iban los Pichones ultreras, salgo de allí justo a las 5 horas de carrera. Fue fantástico ver por allí también a Nayra y a Edu, que estaban esperando a l@s Pichon@s de la Media), a Noe, Dalida y Marta (ahí demostramos que #pichonessomostodos y no solo los que corremos). Me faltan casi 30 kms y 6 horas hasta el siguiente punto de corte y aquí comienza lo “bueno”.
Llegando al avituallamiento del Pico de la Nieve (km 42), me quedaban 9 kms y 2 horas de margen pero cuando veo la pechada que hay nada más salir del avituallamiento, ya me doy cuenta de que no va a ser fácil llegar en tiempo. Siguiente avituallamiento, Pico de la Cruz (km 47), me quedan 4 kms y tan solo 43 min para no acabar mi aventura antes de tiempo. Cuando están a punto de cumplirse las 11 horas de carrera, estoy a menos de 1 km (pero qué km!!!) de llegar al avituallamiento-punto de corte del Roque de los Muchachos (km 51) pero al llegar a las 11 horas de carrera y viendo la subida que me quedaba, se me “apagó” todo y me senté en una piedra, literalmente, me podían haber cantado la canción de Chanquete de Verano Azul de “No nos moverán” y hubiera sido mi imagen allí sentado, sintiéndome fatal por no poder conseguir algo que ansiaba con toda mi alma para mí para todos los que forman esta BENDITA LOCURA. En estas, que desde arriba veo que baja un angel de la guarda (se trataba de un amigo que estaba siguiendo a su mujer en la Maratón) y que al decirle Noe que estaba segura de que el que se había sentado con su camisa de Pichón que divisó a lo lejos era yo, no dudó en bajar a por mí y “arrastrarme” hasta arriba, no sin antes ponerme a Noe al teléfono para tirarme una bronca que me espabiló de golpe (aquí cariño hubo poco, pero es lo que tocaba…). Para que se hagan una idea de la dureza del recorrido, tardé 14´en subir ese último km y lo que oí al cruzar la manta de cronometraje fue un haz de luz en medio de una noche de tormenta: “Hasta el chico de rosa y cortamos aquí”. Eran las 17:15 horas y aunque no podía leerlos en directo, me imaginaba lo que podía estar pasando en el chat de esta gran familia. Noe me leyó algunos de los ws del grupo y no pude evitar derramar algunas lágrimas (les aseguro que no fueron las últimas) y no solo por los calambres que ya tenía por muchas partes de mis piernas (como eché de menos los deditos del amigo Cristóbal) sino por sentir el empuje de tod@s ustedes desde la distancia, en esos momentos fueron mis piernas.
Salí del Roque de los Muchachos a las 17:42, con una cara de satisfacción y sabiendo que tenía hasta las 22 horas para llegar a Tazacorte (18 kms), en los dos primeros kms de bajada (caminando como podía porque los cuádriceps tenían vida propia y me era imposible unir varias zancadas a un ritmo decente) las emociones se sucedían en mi cabeza (con más lágrimas, menos mal que iba bien hidratado porque si no…), fue un subidón brutal el saber lo contentos que estarían tod@s ustedes sabiendo que aunque fuera por los pelos, mi banderola y yo seguíamos hacia delante. Y leyeron bien, los dos primeros kms porque en ese momento aparecen tres chicos con camisas amarillas, me giro y les digo que si quieren pasar y me suelta uno de ellos: “No, somos los escobas y no sería bueno que te adelantáramos”, y voy yo, y más chulo que un ocho y con una sonrisa de satisfacción enorme les digo: “Tranquilos, que antes de las 22 horas estamos en Tazacorte (tercer y último punto de corte oficial de la carrera)” y me dice: “No, tienes que estar en la Torre del Time (km 61) a las 19:30!!!”. Faltaban 8 kms y el reloj-cuentakilómetros ya había tomado su descanso, por lo que me ví allí, a 8 kms de un nuevo reto, sin referencias métricas y con unos dolores, que no me digan porqué, de repente desaparecieron… Me sequé las lágrimas de emoción que brotaban sin cesar y me lancé como si no hubiera mañana, cada vez que adelantaba a alguien (sí, adelanté a mucha gente, qué se piensan?, jejeje) les preguntaba cuántos kms llevábamos, las informaciones eran poco claras por lo que no podía más que seguir corriendo para no despertar de este sueño. A falta de 2 kms y con 12´ para llegar a las 19:30 me encuentro a una chica de la Cruz Roja que me dice que si sigo a ese ritmo lo conseguía, pues pa´bajo que seguí. Cuando llego a una pista que llevaba a la Torre del Time la gente me gritaba que me apurara porque iban a retirar la alfombra, apreté lo que pude y gritando desde lejos “YA LLEGO, YA LLEGO” piso la alfombra a las 19h 30´ 57”, la responsable del cronometraje me mira y al verme la cara pálida me dice: “Tengo que consultar si entras en tiempo”. Menos mal que la consulta fue rápida y la respuesta me sonó a un chute de adrenalina: “Entras en tiempo, puedes continuar” (les aseguro que poco me importa que aparezca como “descalificado” en las incidencias de la carrera aunque ya lo he reclamado porque uno tiene su orgullo, jejeje) me dice levantando la alfombra para marcharse (me dio mucha pena toda la gente que adelanté y que no sabían de la existencia de ese punto de corte que salió de la nada y del que yo les avisé pero tampoco estaban para apretar más). Hay documento gráfico de mi sonrisa de satisfacción después de 13 h 30´de carrera con el amigo de Yani que me reconoció por la camisa en ese avituallamiento. Ya “solo” me quedaban 13 km con el tope de las 11 de la noche para llegar a la plaza de Los Llanos de Aridane y me dije (aunque con la boca pequeña): “Ya está hecho”. Para qué habré dicho nada, la bajada de la Torre del Time era horrible y peligrosa pero no había otra que seguir como dice la canción de moda “DES-PA-CI-TO” (sí, no podía terminar mi relato sin alguna mención musical). En uno de los cruces del sendero de bajada con la carretera, de repente, aparece una vez más, Noe (eres la bomba, siempre en el momento justo), lágrima al canto (sí, reconozco que soy un llorón y me he dado cuenta que en momentos de exigencia física brutal, pues más, pero me encanta ser así) le lanzo un beso (porque si me paro, no sigo) y continúo la bajada, se hizo eterna, por mucho que caminaras, se seguía viendo allá abajo el puerto de Tazacorte y no paraba de pensar: “Chacho, cuando voy a llegar a la avenida?”. Pues llegué (eran las 21:20 horas y ya sabía que no iba a llegar a concierto de Efecto Pasillo previsto para las 21:30, en fin, no se puede estar a todo…), y cuando cojo el frontal, me doy cuenta de que las pilas también me habían abandonado, “Qué más podría pasarme? Tan malo he sido en otra vida?” (eran preguntas retóricas que me formulaba). En estas que me engancho con un argentino y le pregunto si le puedo acompañar porque iba sin luz a lo que él acepta sin poner pega alguna (luego fue él el que me agradeció que lo subiera hasta Los Llanos). Comenzamos a subir el barranco de las Angustias, por delante 5 kms y la gloria, pero nadie sabe lo que cuestan esos últimos kms (con sus pedazos de pendientes) con todo lo que llevaba detrás. Una vez llego al asfalto, ya empiezas a respirar la gloria de los vencedores. Al llegar a poco de meta, allí está…quién? Sí, NOE (omnipresente, las carreteras de La Palma ya no tienen secretos para ella, me coge de la mano y me dice: “Aquí entro contigo porque esta victoria ha sido la mitad mía” ( y más de la mitad también, diría yo). Aunque la hora era algo intempestiva (22h 30´), allí estaban Dalida, Jon, Marta y Rayco (GRACIAS), que fueron testigos directos de mis últimos metros de la Transvulcania 2017 (tras 16 horas 27´39”), banderola en mano y mensaje claro “CORREMOS X LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE”. Una vez más, y van…., volví a cruzar una línea de meta por mí, pero lo que es más importante, por aquellos que no pueden hacerlo físicamente (aunque Sonia sigue demostrándonos que sí se puede).
Les tengo que reconocer que cuando Noe me “colocó cuidadosamente” en la cama al llegar al hotel miré el móvil y ví 1.782 ws, mis dedos se acalambraron (del uso prolongado de los bastones durante todo el día) y no tuve más remedio que cerrar los ojos e intentar descansar, había sido un día lleno de emociones intensas, pero lo primero que hice al despertarme fue leerlos uno por uno, y las lágrimas volvieron a brotar de mis ojos, porque somos increíbles, somos grandes, somos humildes, conseguimos lo que nos proponemos, luchamos ante las adversidades, nos sobreponemos a los reveses, somos compañeros, somos amigos, somos generosos, somos altruistas, somos buena gente, SOMOS PICHON@S (eres grande, MARINO).
Impresionante el seguimiento de Yanira aún estando en Tenerife (y sé lo que le habrá fastidiado no haber podido estar presente en la carrera de su isla), la corresponsal Gwen siguiendo las andanzas del GRAN Antonio desde primera hora, Dalida siguiendo punto por punto al Farero (sé que él también corre por dos cada vez que se calza las zapatillas), Marta, que también se pegó un buen tute siguiendo a Rayco, los ws de ánimo por los malos ratos que les estaba haciendo pasar (tanto los recibidos en el grupo como personalmente, ustedes saben quienes son…) y por supuesto NOE (poco te puedo decir que no te haya dicho ya).
Aunque un AMIGO, me dijo que a la familia no hace falta darle las gracias, yo les doy las GRACIAS por el día que viví (y sufrí) en la TRANSVULCANIA 2017 pero no podía fallarles, todo esto va por USTEDES, va por NOSOTROS.»
#pichonessomostodos
#tuspiernassonmispiernas
#todossumamos
#benditalocura
#seguimoscreciendo
#comosebajadesdelatorredeltimehastatazacorte?Des-pa-ci-to
Javi.