“Ya la vida nos pone bastantes límites, no seamos nosotros los que sigamos limitando”. Son palabras sabias de nuestra compañera Sonia Acosta. Comentaba esto en una conversación posterior a la Trail El Tanque 2017. No le falta razón.
Hace seis meses que para mí era impensable correr 100 metros seguidos. La perseverancia, la motivación, los amigos, la familia y la conjunción entre alma y cuerpo son capaces de crear el cóctel idóneo para luchar contra esta dura enfermedad y hacerte un poco menos vulnerable.
En apenas un par de meses, cientos de pichones han ampliado mi familia a niveles estratosféricos. Todos pichones luchadores, pichones que aman lo que hacen y, por encima de todo, pichones solidarios. Esta palabra recobra todo su significado cuando conoces a cualquier componente de Pichón Trail Project. Todas las palabras que utilice no llegan a cubrir mi agradecimiento eterno.
El Tanque se presentaba como mi segunda prueba de montaña. Algo especial se respiraba en el ambiente. Me hacía especial ilusión correr por los lugares donde trabajó y corrió mi padre en su niñez y juventud en busca de un futuro mejor. Le agradezco a la Naturaleza que me haya dado la opotunidad de tener a un padre como él. No poder abrazarle al llegar a meta me dolió pero es inexorable. Rememoro en este punto, la primera parte de la frase de este escrito:. “Ya la vida nos pone bastantes límites …”Carpe diem, mañana puede ser tarde. Nunca lo olviden, amigos pichones.
Julian.