Me habían hablado de lo dura que era está carrera, pero hasta que no la vives no sientes su intensidad, tanto en dureza como en vivencia, saber que hay tanta gente detrás de nosotros me ayuda siempre a tirar hacía adelante, sumando kilómetros. Increíble vivir como gente que no te conoce te anima tan intensamente, y coincidir con pichones que corrían y que no, en algunos puntos de la carrera da mucho ánimo.
Ya el viernes cuando llegamos tenía mucha ilusión de correr está carrera, el ambiente que se respira es inmejorable y motiva mucho.
El sábado, día de la carrera, llegamos a la salida de la maratón, en el refugio del Pilar, el día estaba muy mal, mucho frío, lluvia, niebla, quien me conoce sabe que lo mío no es el frío precisamente. Estaba muy nervioso por como me saldría la carrera. Contra mi pronóstico salí genial cuando dieron la salida, corrí mucho y rápido, encontré compañeros de la Ultra y nos dimos ánimo mutuamente. Seguía muy bien hasta que llegué al Roque de Los Muchachos, y empezó el sol y el calor, un cambio de temperatura muy brusco y que hizo que hasta el final de la carrera fuera sufriendo, añadiéndole que se me había picado un bidón de agua y estuve media carrera con uno solo.
Gracias a Marta porque verla en El Roque ayudó a que a pesar de las malas sensaciones pudiera acabar la carrera.
Cuando encaré la meta, y saque mi pancarta «corremos x la esclerosis multiple» fue muy emocionante, pensar en porqué corremos, por quien y visibilizar nuestra causa.
Quería dar las gracias a todos los pichones que estuvieron detrás de todos aquellos que corrimos y en especial a Javi por todos los consejos que me dió, no sólo en esta carrera, sino en todas. También decir que todos ayudan a acabar cada carrera, siempre los llevo a todos en mente, pero en especial a Marino.
En definitiva, sin duda, es una carrera para repetir y seguro que estaré en próximas ediciones.
Yaco