Después de una dura semana de trabajo y obligaciones llega el momento de disfrutar de lo que más nos gusta… ¡¡¡¡Correr!!!! Me costó despegar, pero deseaba participar en esta carrera por tres cosas: su prestigio, la visibilidad que le damos a nuestra causa y el hecho de que, cada día, me voy sintiendo más en forma.
Como siempre, ilusionada por competir y con el mejor compañero, Julio Martín Fernández, nos vamos a Santa Cruz. Los 15 kilómetros son mi distancia preferida, porque hay que emplear velocidad cuando se puede correr y resistencia subiendo a un ritmo constante… ¡¡¡¡sin parar!!!!…
¡¡¡¡Me encanta la sensación de poder dar todo lo que llevo semanas entrenando!!!!
En esta carrera comenzamos por el asfalto… lo que colocó a cada uno en su sitio, luego fue el barranco sinuoso el que nos terminó de posicionar. Subimos aproximadamente 7 kilómetros y a 800 metros del final de la subida un corredor me dice: «guarda piernas que aún quedan 800 metros…» y yo pensé: «¡¡¡que bien me siento!!!» Es un lujo tener gas para poder abrir y salir a toda pastilla subiendo… Me sorprendí, pensé en lo importante que estaban resultando los entrenamientos.
Al bajar se complicó la cosa porque comenzó a llover. Lo técnico del terreno sumado al agua hizo que bajara con precaución. Algunos conocidos y no conocidos animaban la bajada. En las carreras siempre siento el apoyo de la gente que al ver a una mujer dándolo todo, se emocionan y hasta te vitorean😂😂😂😂. Me río mucho por el camino. Entre resbalones y pensando como siempre en todos los pichones, mis hijos, los sueños, el no quiero caerme porque soy autónoma😅😂😂😂…etc etc…llego al asfalto en Valleseco y sigo sorprendiéndome, porque bajo aún con más velocidad. Me sigue un corredor que al llegar a mi altura me comenta que le costó cogerme…jajajajaj…era el segundo de la carrera de 25 kilómetros (un crack)… me adelantó como un fórmula 1… y de ahí a la meta, una gozada, intentando mantener la velocidad constante y llegando con una sonrisa y una cara de satisfacción que hace tiempo no veía en mi. Todo esto gracias a esta bendita locura y a todos los que la componen de principio a fin… que me motiva a superarme y a hacerlo lo más bonito que mi corazón me permite.
Como siempre, con el éxito de haber disfrutado y sana y salva agradezco esta oportunidad de poder servir de piernas a todos los compañeros que sueñan con correr. Gracias, gracias, gracias. Y gracias a la gran Sonia Acosta que sigue dando lecciones de superación y a la que me siento cada día más unida.
Basmat