Son varias las frases que me vienen a la cabeza cuando debo pensar qué es para mi todo esto. Quizás sea esta la frase que mejor lo resume: “Lo que no se da, se termina perdiendo”. Así recuerdo que empezó mi voluntariado, cuando nos conocimos. Hoy unos cuantos años después, nos une un poco más.
Y llegados a este punto, para mi empezó así: una enfermedad, un gran amigo y una actividad que adoro: correr. Se mezcla todo esto y surge el Pichon Trail Project. Un proyecto del cual me invitaron formar parte y del que me siento enormemente orgulloso de pertenecer.
Nos remontamos años atrás cuando algunos de esos pichones fueron quienes acogían a cualquiera y le daban lo mejor de si mismos. La cadena sigue, y hoy, soy yo quien intento aportar lo mejor de mi a los demás, y si es a través de esta bendita “locura” mejor que mejor.
No es fácil explicar con palabras lo que se lleva dentro. Se hace, se piensa en todos aquellos a quienes podemos ayudar y listo. “Haz el bien y no mires a quien”. Hacer eco de la EM, mejorar la calidad de vida a quien la padece, dar oportunidad a quien no la tiene, buscar recursos donde no los hay… ¡que menos! Es todo esto lo que me hace sentir algo especial, lo que me hace confiar en todos los que formamos este Pichon Trail Project.
Superarse día a día, disfrutar de la vida, acompañar a quien lo necesite, ser mejores personas… todos se merecen esa oportunidad y haré cuanto esté en mis manos para seguir viendo amanecer… porque mañana es un nuevo día.
Un beso a ellas y a ellos.