«Hola familia, mi nombre es Lolo, y Pichón hasta la médula. Algunos lo entenderán mejor y le darán el doble sentido que tiene este apodo en mi vida, Jeje.
Hace unos días me propusieron desde la Asociación escribir un artículo para el blog que relatase mi experiencia en esta aventura. Si bien he dejado días de por medio para pensarlo. Es cierto que para mí no es fácil transmitir de esta forma mis sensaciones y menos las que afloran en mí cada vez que me visto de pichón.
Bueno, con ayuda de los míos intentaré explicar lo que ha sido para mí la carrera 24 horas de Tejina.Lo primero que pasaba por mi mente era; ¡estos tíos están flipando! ¿24 horas corriendo? Es cuando entonces se metió en mi cabeza una especie de matraquilla que no me dejaba tranquilo. A cada rato me preguntaba, ¿y por qué no?, bueno mejor no… ¡pero si es en equipo Lolo! Pasan los días y con una mezcla de entusiasmo y desespero Sonia anuncia por el chat que a su equipo le falta un pichón para poder completarlo. Fue ahí en ese momento y en compañía de mi hijo cuando su espíritu joven y atrevido dijo sin pensar… ¡que sí muchacho! Todo fue uno, dicho y hecho. Sonia el que falta soy yo, y correré en tu equipo.
Entusiasmado, pero dubitativo. En mi entorno, no muy convencidos, intentaban animarme. Ellos eran conscientes de la ‘’locura’’ que iba a cometer. Los días antes una lesión leve me hace dudar, los nervios ya forman parte del día a día. Pero la ilusión del grupo de pichones me contagió, los preparativos… ¡ya está aquí el día!
Quedamos muy temprano para montar el campamento base, aquello no parecía otra cosa que un solo equipo unido donde realmente había varios. Ya yo, en ese momento y viendo aquello, sabía que iba a salir todo bien.
Pistoletazo de salida, ahí vamos. Nosotros decidimos previamente (a modo de estrategia) que en primer lugar saliera a correr el coraje y la superación (Sonia), en segundo lugar y para seguir ganando kilómetros echamos a correr el espíritu más solidario del equipo, la compañía incondicional y el apoyo más fiel (Nayra). En tercer lugar es turno de la fuerza que aporta Jesús y por último, para terminar nuestro primer circuito, me llegó la hora. Pasadas las 4 de la tarde y con un calor insoportable tocaba atravesar un durísimo recorrido. Sin excusas, lo hice y llegué. Y no por mí, que también, sino por ellos. Y no una, sino dos veces. En el momento de llegar a la carpa fatigado, me encuentro un ambiente cargado de buen rollo y compañerismo. Era como la mejor sesión de recuperación para mis piernas el ver como todos se preocupaban por todos. Fue un gran momento, compartimos como una gran familia, algunos con más experiencia en esto de las carreras de montaña daban consejos a los que menos, como padres a sus hijos. En definitiva, pasamos una noche indescriptible.
Ha sido sin duda una experiencia inmejorable, para repetir. Me siento muy bien por poder aportar kilómetros a nuestra causa. Cada día interiorizo más el #Rendirsenoesunaopción.Es cierto que hay diferentes formas de contribuir, pero está claro que desde el sillón de casa es complicado. Lo hacemos por aquellos que no pueden hacerlo. Me siento muy feliz de pertenecer a esta familia y poder aportar, en la medida de mis posibilidades, todo lo que necesiten.»
Muchas GRACIAS
LOLO