Este es un relato de uno de nuestros pichones, se trata de Jon, que el pasado sábado día 28 de noviembre participaría en la Blue Trail recorriendo un total de 66 km. Una narración que nos llevará a sentir cuales fueron sus sensaciones, sus emociones, sus sentimientos, de principio a fin de la prueba…
«Comenzó el día muy pronto, desayuno potente y a por la guagua, a la que nada más entrar ya se respiran los nervios en el ambiente, huele a monte. Llegada a Vilaflor… 4 grados! Peletazo!. Haciendo tiempo viendo a corredores y amigos, Lorenzo de los Correcaminos Solidarios, y los Pichones Edu y Antonio que grandes los dos… fotitos de rigor y ya todos cogen sitio para salir delante, yo prefiero el vagón de cola.
3, 2, 1… Arriba! Sube que te sube entre pinos y un fantástico paisaje con la luna y el sol de testigos al mismo tiempo. Después de algunos tapones se forma un grupito en el que me encuentro cómodo y me mantengo ahí, recordando siempre beber, comer y la pastillita de sales, si soy consciente de esto todo saldrá bien. Pasamos Guajara en grupo y charlando un poco hasta poco antes del avituallamiento que se suponía que estaba en el km 19, pero al llegar allí no está! Toca racionar el poco agua que me queda y bajar el ritmo porque me empiezo a temer lo peor hasta que por fin en el km 24 aparece el avituallamiento, un error de medición a corregir en futuras ediciones, porque con otras condiciones meteorológicas podría haber sido fatal para algunos. Recargo agua y sigo hacia el Portillo algo tocado de moral, el paisaje del Teide es precioso pero monótono, muy monótono, y esto hace que piense demasiado…
Al fin! el avituallamiento del Portillo aparece ante mi y los militares y voluntarios me reciben como a un rey, platazo de macarrones, algo de coca cola y todo listo para seguir, los fantasmas de mi cabeza rápidamente desaparecen y cada vez me empiezo a encontrar mejor, después de La Fortaleza al fin encuentro algo de barro y unas bajaditas de esas divertidas, voy adelantando gente, pero si es que me encuentro genial! siempre comiendo y bebiendo y respetando la toma de sales sigo bajando sin problemas, me encuentro con dos canariones de ‘El Clan de La Fatiga’ que resultan ser unos cachondos y entre risas y bromas por fin llegamos hasta la base del asomadero. Allí está Antonio, otro Pichón que me dice que se retira porque subiendo va bien pero bajando se encuentra mal la rodilla, sabia decisión la suya porque la bajada que nos esperaba después era larga y complicada, que importante es tener cabeza en esos momentos duros. Se encarga de rellenarme el agua el mismísimo David Lutzardo, y conversamos un poquito diciéndome varias veces que suba con calma, que voy bien de tiempo, así que le hago caso y subo poquito a poco el Asomadero, que largo por Dios! aquí había tantos escalones? los canariones y yo nos dispersamos, uno sigue por delante y el otro se queda atrás, termino alcanzando algunos corredores más y por fin se acaba el dichoso Asomadero, toca bajar a La Corona, menuda pista de patinaje sobre barro hay aqui montada! Pum Pam! dos lomazos que me pego en la bajada, afortunadamente sin consecuencias y ya llego al penúltimo avituallamiento, encendemos frontal porque la noche hace acto de presencia y para abajo con cuidado que esto tan oscuro es muy complicado, así que caminando en un ratito llego a la Rambla de Castro con la compañía de un corredor del ‘Aiiiiiiiadelante Team’, alli aprovecho para trotar un poco pero tengo miedo de algún tropiezo con tanta oscuridad y el ritmo es lento… llego al fin al Marítim y aqui si, a correr hasta la meta, increíbles los aplausos durante los últimos 4 km, estoy cada vez más cerca y sigo al trote, me encuentro genial y cada vez que alguien me anima o me aplaude se me asoma la lágrima en el ojo. Recta de meta, por fin! ya está! Lo conseguí! Mi primera Ultra! y sin sufrir! o al menos sin sufrir tanto como creía! disfrutándolo de principio a fin! con sus altibajos, esos con los que hay que saber convivir.
Antes de meta momento para darle un abrazo y un beso a mi Pichona que está tan emocionada como yo, sabiamos que lo conseguiría, como me conoce! Es la mejor!
Y por fin entrada a meta, señalo el Pichón de mi pecho, va por todos ellos y ellas, por la Esclerosis Múltiple, hay que ser fuertes porque «Rendirse no es una opción» y los momentos buenos siempre llegan si luchamos por lo que queremos…
Mil millones de gracias Jon por compartir con nosotros tu experiencia, tus emociones, tus sentimientos…Mil millones de gracias por querer formar parte de esta familia, por querer formar parte de esta BENDITA LOCURA…
Felicidades, reto conseguido!!!